1º de E.S.O. Comienzo.Nunca se me ha dado demasiado bien hablar de mí.
Recuerdo perfectamente cuando estaba en 1º de E.S.O. que tenía
que hacer una redacción en francés sobre mi físico.
Abrí el cuaderno y saqué un lapiz del estuche, miré con fastidio
la hoja que debía llenar y mordí el extremo del lapicero, pensativa.
Creo que esa fue la primera vez en que me paré a pensar en cómo
podría definirme físicamente.
Grosse, grosse, grosse, grosse, grosse, grosse...ese fue el único adjetivo con el que me sentí identificada,
y así lo entregué.
3º de E.S.O. Crueldad.Desde que tengo conocimiento de mí misma, nunca he sido una
persona delgada. Ni gorda ni delgada, simplemente una niña
de buen comer. Siempre he tenido conocimiento de que no era
como las demás, y siempre había querido serlo.
Con 14 años fue cuando empecé con los desórdenes alimenticios.
Todo gracias a un compañero de clase cuya única palabra que me dirigía
era '
Gorda', a veces reemplazada por '
Vaca', o así intento,
egoístamente, explicar mi '
problema'.
Tuve que ir a un psicólogo, obligada por mis profesora y padres.
'
Principio de anorexia' dijo cerrando el cuaderno y sonriendo como si nada.
Quizás si le hubiese sido sincera en todo no lo habría dejado pasar.
4º de E.S.O. Autolesión.No podía dejar de comer, no podía. El control paterno siempre vigente.
Tampoco podía vomitar, no podía...
Cortes día sí y día también, tristeza, depresión, ... fue un año triste, muy triste.
1º de Bachillerato. Progreso.El control paterno era escaso, creyendo zanjado el asunto. Ya no sentía
miedo por vomitar, ya no sentía miedo por dejar de comer...
Perder y ganar peso constantemente. Pero ya no había autolesión.
2º de Bachillerato. Áuge.6 kg. en dos semanas y 2.5 en apenas 5 días.
Así me encuentro actualmente. 1.72 de altura y 58 kg.
Odiandome a mí misma por ser una vaca y no verme bien,
sintiéndome egoísta, pensando únicamente en mí.
Añorando los 50 kg. que veo tan difíciles de alcanzar...
Comiendo apenas 15 kcal. entre diario y 80kcal. los fds
(gracias al control paterno).
Vomitando cada bocado que tomo. Malestar a todas horas.
Debilidad. Dolor. Deseo de más y más. Necesidad de sentirme bien.
Ahora peso menos que con 13 años, y sigo
GORDA.